lunes, 24 de marzo de 2008

La aprobación del Tratado de Lisboa no supone el fin de la historia

Artículo publicado en la revista POLITIS (Francia)

Francia acaba de ratificar el tratado de Lisboa, que es una mera reproducción del Tratado constitucional europeo (TCE) rechazado por una mayoría de franceses y holandeses. Probablemente ocurrirá lo mismo en los demás Estados miembros, incluso en el caso de que los ciudadanos irlandeses, que serán los únicos que lo van a votar vía referéndum, pudieran poner un grano de arena en el proceso.

Evidentemente, esta ratificación es un trágala difícil de aceptar para todos aquellos que se han expresado y movilizado contra la Europa neoliberal. Sin embargo, la redacción y la adopción de este tratado por la vía rápida y encubierta por parte de los gobiernos así como su ratificación por vía parlamentaria lo privan de toda legitimidad para los ciudadanos europeos. Ello no impedirá, en ningún modo la continuación de las luchas contra la Europa neoliberal. Estas movilizaciones, que permitieron el rechazo del TCE en 2005, el abandono de la directiva portuaria, o incluso, la eliminación de una gran parte del contenido la directiva Bolkestein, están muy lejos de terminar. Pero para continuar hacia delante, es preciso que saquemos todas las lecciones del pasado.

Es preciso constatar que, tras la campaña llevada a cabo contra el anterior TCE neoliberal en varios países, las fuerzas movilizadas entonces no han sido capaces de secundar la toma de conciencia de los ciudadanos, ni de aprovechar el impacto de la doble negativa francesa y holandesa para realizar una verdadera ofensiva; tampoco de profundizar seriamente en el futuro de la construcción europea. Por ello resulta ahora mucho más difícil, dos años después, hacer frente a un TCE-bis. Además del muro mediático que se ha levantado sobre el tema, todo lo anterior puede explicar que la campaña contra el Tratado y las centenas de iniciativas en Francia y en otros países durante los últimos meses no hayan cristalizado en una verdadera ola de protestas que pudieran incidir en las elecciones políticas de los diferentes países.

Por ello lo primero que nos parece necesario hacer es impulsar, incluso con más fuerza que antes, los movimientos de protesta a escala europea. Sin embargo, para ello debemos concitar y aplicar una sola lógica de oposición frente a los ataques neoliberales y pasar «a la ofensiva» basándonos en nuestras propuestas alternativas. Ello supone que tenemos que ser capaces de crear relaciones de fuerzas duraderas en el ámbito europeo. Todos los que nos oponemos a la Europa neoliberal nos enfrentamos a dos desafíos: superar las divergencias de fondo con respecto de esa «otra Europa» que todos queremos, y hacer converger en un determinado momento todas las fuerzas comunes en torno a las campañas y las reivindicaciones que consideramos clave. Esto supone la profundización de los debates y la construcción de escenarios y propuestas comunes a escala europea. Esto es lo que lleva haciendo desde hace varios años la red de Attac de Europa, principalmente en torno a la redacción común de «10 principios» para un nuevo tratado europeo.
Evidentemente, estos debates orientados a promover movilizaciones deben llevarse a cabo conjuntamente con los demás actores del movimiento altermundialista y con los movimientos sociales. Las alianzas establecidas deben ser lo suficientemente consistentes para sostener reivindicaciones fuertes y amplias que permitan alcanzar los objetivos planteados. Nuestra exigencia es la de una Europa democrática, ecológica, social y solidaria en el propio espacio europeo y en el resto del mundo, que ponga los derechos humanos fundamentales en el centro de la política. La Europa que queremos es incompatible con una Unión Europea neoliberal que sirva de marco al capitalismo financiero y también lo es con la concepción social-liberal vigente, que considera el marco actual de la Unión Europea como algo insuperable, y que trata de disfrazar la situación dándole un cierto barniz social o ecológico. Finalmente, nuestra visión se opone a la idea que los Estados-nación constituyen el único marco posible de la democracia y de las luchas sociales y el único recurso frente a la mundialización neoliberal.

Sin embargo, si queremos actuar en serio sobre el futuro de Europa, estas alianzas deben integrar actores indispensables y considerar la gran diversidad de movimientos altermundialistas, sociales, ecologistas, democráticos y antiimperialistas que existen en Europa. De modo particular, será difícil actuar eficazmente sin una participación de los sindicatos europeos. Algunos sindicatos nacionales están ya implicados en el movimiento altermundalista o participan en los foros sociales. Hace falta crear las condiciones para que este proceso se amplíe, contando especialmente con un mayor compromiso de la Confederación Europea de sindicatos (CES). El mismo problema se plantea también en relación a una parte del movimiento ecologista europeo. El próximo Foro Social Europeo (FSE), que tendrá lugar en Malmö (Suecia) a mediados de septiembre, es apoyado por la central sindical LO, miembro importante de la CES, y por numerosas asociaciones ecológicas. La participación en los debates que se llevan a efecto a escala europea, principalmente en el marco del FSE y de las redes temáticas relacionadas con este foro («Trabajo y Globalización», «Carta para otra Europa», «Red europea de servicios públicos», Seattle to Brussels/S2B, Justicia fiscal,...) puede permitir, si no superar las divergencias, al menos construir objetivos comunes para movilizar a los ciudadanos de Europa.

Creemos que más allá de los debates de fondo, deberían establecerse alianzas en la acción. En este sentido, la mayor dificultad reside en el hecho de superar las prioridades temáticas de cada organización o dejar de lado las contingencias de las situaciones nacionales, con el fin de converger, en un momento preciso, en torno a reivindicaciones concretas, en movilizaciones unitarias conectadas a escala europea. Una etapa clave de este proceso podría ser el próximo FSE, donde se podrán establecer algunas exigencias fundamentales cara a las elecciones de junio de 2009 al parlamento Europeo.

No cabe duda de que en este proceso, la red de Attac de Europa puede desempeñar un papel importante en términos de propuestas, que van a ser discutidas en la primera universidad de verano de los Attac de Europa en Sarrebruck, a principios de agosto. A partir de ahora se perfilan dos temas importantes que deben impulsar nuestro trabajo de educación popular, establecer alianzas amplias, proponer alternativas y construir movilizaciones europeas:
- la regulación de los mercados financieros, justificada con mayor razón tras la crisis financiera actual y la evasión fiscal que se ha destapado en Liechtenstein;
- la Europa social y, más precisamente, los derechos laborales deteriorados cada vez más como consecuencia de la publicación del Libro Verde de la Comisión y por la comunicación sobre la flexiseguridad, así como por el fallo del Tribunal de Justicia en torno a los casos de Viking y Laval-Vaxholm, que someten los derechos de los asalariados, entre ellos el de realizar acciones colectivas, a la libertad empresarial, con la consiguiente agravación del dumping social.

Señalemos por último que la próxima presidencia de la Unión Europea va a representar para Francia una buena oportunidad para poner nuevamente el tema de una Europa democrática, social, ecológica y solidaria en el centro de los debates ciudadanos. Los desafíos son múltiples: ampliar nuestra movilización a otros actores sociales, concentrarnos sobre algunas reivindicaciones clave e insertar nuestras reflexiones y nuestras acciones en un marco europeo.
Los próximos meses van a ser cruciales para llevar a cabo nuestra movilización en favor de otra Europa.
Sven Giegold, Attac-Alemania; Pierre Khalfa, Attac-Francia; Alexandra Strickner, Attac-Austria; Aurélie Trouvé, Attac-Francia.

1 comentario:

NingúnOtro dijo...

Dear friends,

As we all know, the Irish People shall be the only one that will be consulted by a binding referendum about the coming into force of the Reform Treaty on the European Union.

Those people that had their say on the former Constitutional Treaty, have been robbed of their right to do so on this occasion by ruthless political and economical elites that follow their own agendas independently of their peoples will, silencing it actively if necessary.

Those same political and economical elites from across Europe will be ruthlessly campaigning for a YES vote among the Irish voters in the forthcoming referendum, spending enormous amounts of money to move their representants to Ireland to campaign actively and coping almost all the available advertising space.

Though it is without any doubt your referendum, it will also be the only referendum held on the Reform Treaty in the whole of Europe, and we, the European peoples that have been robbed of our sovereign right to decide for ourselves if we want such a treaty or not, feel that the Irish people are PEOPLE, just as we are, and that they should think about what the possible victory of a YES vote would mean not only for the Irish, but also for the rest of us peoples.

Already the sovereign decision of the french and dutch people in 2005 is being ignored and an almost identical text is being proposed to the Irish.

A text that can deny us our sovereign rights in europe, as anyone can see is being done, if voted YES, will have superior powers than the Irish Fundamental Law that still grants you this right as the only people left in Europe. You would be voting away your right to the next referendum!!!

While we can't have our say about it in our own countries anymore, we can still do all what is within our hands as peoples and citizens of Europe to help the Irish cope with the bureaucratic assault on their right to decide by themselves, and help counter the institutional campaigns of those treacherous politicians that sold us out.

All over Europe resistance is rising, but we fear it might be futile if it doesn't focus its efforts towards what is still a crucial battle that can be won, give it some hope that there is still something positive they can do, help the Irish people win their referendum against all odds and repeat what the french and dutch did in 2005.

Manifestations are being organised across Europe, and a grassroots initiative led by Étienne Chouard, plain citizen but well-known for his influence in the french referendum, is recently starting to organize small locally-focussed manifestations in every town on wednesdays at 18h. The idea is to have them very close to the people that are to participate, and repetitive...

I thought that perhaps they could be given a more positive meaning than just protesting against what they can not easily change anymore if their efforts could have some influence on the outcome of a battle that has not yet been lost... the Irish Referendum.

At this moment they are distributing leaflets and identifying themselves through the use of white balloons, and they have also "borrowed" the star-eating citizen of the European Citizen's Initiative as their logo, and I thought that perhaps they could be convinced at this early stage of their movement to redesign their leaflets so that a part of them can be torn off and used as an conventional postcard to be sent to some unknown citizen of Ireland, "Mr. Voter". As the message they want to transmit to their local population is similar as what they might want to say to their irish comrades that have yet to vote, either in english or through appropriate graphical and wordless representations... their leaflets could serve both purposes if they allow likeminded recipients of those leaflets to join in the campaign with their small personal effort by affixing the appropiate post stamp to the postcard and send it off to some unknown Irish citizen. Adresses could be gathered from street maps on the internet, tourist brochures, etc., or if possible provided by interested parties as Sinn Fein or others on a more rational and strategy-oriented basis.

Just imagine the possible impact... against the mass-media campaign and money-based effort of the professional politicians massively asking for a YES vote, suddenly and almost out of nowhere an unstoppable flood of postcards coming from simple individuals and citizens from across the whole of Europe, adressed to simple and ordinary citizens of Ireland, asks them to consider the way they were sideranged and ignored since the french and dutch referenda of 2005, and how the Irish could be sideranged and ignored after 2008 if they vote into force a treaty that assumes a higher priority than the Irish Constitution and thus ignore the only law that grants them today the right to be the only people in Europe still to be consulted by referendum.

If only a few percent of the 450 million europeans that feel themselves stabbed in the back by their governments can spare the cost of a post stamp to send a postcard to an Irish citizen... our campaign might even reach first page mass-media coverage simply by collapsing the Irish postal office facilities under the avalanche.

These postcards could not only be distributed at the different manifestations throughout Europe, but their design and instructions could be made available for download and selfprinting from any web simpathising with the NO movement.

Only 30 days to go untill the occasion is lost and the less time we waste the more momentum the campagne could build up before the referendum is there.

Nothing is lost as long as we have brains and do not run out of ideas.

Another good idea might be to take some chosen extracts from the film that won the Cannes Film Festival in 2006, Ken Loach's "The wind that shakes the barley", adapt the dialogues to the possibility of loosing the fought-for Constitution or whatever message seems appropiate to stress in the wake of the referendum, and spread them like wildfire through You-Tube, DailyMotion and similar services.

Good chance.


Sincerely,

A pissed off European Citizen with some brains left.