El pasado jueves 7 de noviembre el Banco Central Europeo situó el
tipo de interés oficial del dinero en el 0,25%, el nivel más bajo de
toda su historia.
¿Qué es exactamente un tipo de interés?
El tipo de interés es el precio del dinero. Cuanto más alto sea, más
caro será pedir dinero prestado. Y al revés: cuanto más bajo sea, más
barato será endeudarse. Por ejemplo, si hoy día un banco privado
cualquiera pide un préstamo de 10.000 euros al Banco Central Europeo al
0,25% y acuerda devolverlo en un año, cuando pase el año el banco
privado tendrá que devolver los 10.000 euros más 25 euros en concepto de
intereses (es el 0,25% de 10.000 euros). El precio de haber pedido ese
préstamo sería de 25 euros (barato). Si el tipo de interés fuese del 2%,
el banco tendría que devolver los 10.000 euros más 200 euros en
concepto de intereses (el 2% de 10.000). El precio de ese préstamo sería
de 200 euros (más caro que en el primer caso).
¿Qué es el tipo de interés oficial que maneja el Banco Central Europeo?
Hay diversos tipos de interés a lo largo de toda la Eurozona (el
Euribor, el Eonia, el tipo de interés de un préstamo hipotecario, etc),
pero todos vienen determinados por un único tipo de interés: el tipo de
interés oficial que controla el Banco Central Europeo. A partir de este
indicador se construyen y concretan el resto de tipos de interés. Cuando
pedimos un crédito al banco, o cuando los bancos se prestan dinero
entre ellos, o cuando las empresas piden créditos, o cuando pedimos un
crédito hipotecario… los tipos de interés de estas operaciones
dependerán del tipo de interés de referencia que haya decidido el banco
central para ese período, que en la actualidad está en el 0,25% en la
Eurozona.
¿Por qué han bajado el tipo de interés oficial?
El tipo de interés oficial es un instrumento de política monetaria que utilizan los bancos centrales (para más información leer este artículo).
Si se considera que hay mucho dinero circulando por la economía los
dirigentes del banco central correspondiente aumentarán el tipo de
interés de referencia para que salga más caro pedir dinero prestado y
por lo tanto desincentivar esta práctica (con lo cual teóricamente se
reducirá la cantidad de dinero en circulación). Y al contrario: si se
considera que hay poco dinero en circulación los dirigentes del banco
central correspondiente disminuirán el tipo de interés de referencia
para que salga más barato pedir dinero prestado y por lo tanto
incentivar esta práctica (de forma que teóricamente habrá más dinero en
la economía real).
Desde la irrupción de la crisis económica en el año 2008 el Banco
Central no ha dejado de bajar el tipo de interés (salvo en dos ocasiones
fugaces). Lo que se pretende es que los bancos privados vuelvan a dar
créditos a familias y a empresas, puesto que desde 2008 dejaron de
hacerlo. Este nuevo descenso en el tipo de interés refleja que el grifo
del crédito sigue cerrado y que el Banco Central Europeo sigue
intentando abrirlo. Ahora los bancos privados podrán pedir dinero
prestado de una forma muy barata, lo cual se supone facilitará que éstos
se lo presten a su vez a familias y empresas.
¿Funcionará esta estrategia?
Rotundamente no. Si los bancos privados no prestan dinero a familias y
empresas no es porque no tengan dinero en sus cuentas listo para ser
prestado. De hecho, llevan mucho tiempo poseyendo ingentes cantidades de
dinero prestado por el Banco Central Europeo y el crédito no se ha
reactivado. Que vuelvan a bajar el tipo de interés del dinero no
cambiará nada en este sentido.
¿Por qué entonces los bancos privados no dan créditos?
Por dos razones principales. En primer lugar, la mayoría de familias y
empresas están muy endeudadas, y su objetivo primordial es ir
devolviendo poco a poco el dinero que deben. En este contexto, sería
absurdo que fuesen a pedir más créditos porque ello elevaría la deuda
que están tratando de reducir. En segundo lugar, a los bancos no les
sale rentable conceder crédito a familias y empresas porque hay otros
negocios que dan muchas más ganancias y en menos tiempo (como el de la
deuda pública) y porque la legislación bancaria internacional penaliza
en términos contables los créditos a pequeñas y medianas empresas y a
familias.
Entonces, ¿esta reducción del tipo de interés no tendrá implicaciones?
Claro que las tendrá, y serán graves. Aunque el dinero no llegue a la
economía real (porque los bancos no prestarán a familias y empresas),
sí que llegará al ámbito financiero. Los bancos utilizarán ese dinero
barato que les presta el Banco Central Europeo para operar en
determinados mercados financieros (los más rentables), lo que
lubrificará la actividad financiera y aumentará el precio de muchos
activos. En otras palabras, se generarán dinámicas especulativas (que
enriquecerán a unos pocos) mientras que al mismo tiempo se estará
inundando al sistema de tensiones importantes que podrían desencadenar
crisis financieras.
Eduardo Garzón
Saque de Esquina