Agobiados por la crisis
económica, los gobiernos de Europa buscan aumentar sus recursos.
Además de gravar las utilidades de los potentados, combaten la evasión y
obligan a las grandes multinacionales a pagar los impuestos que les
corresponden. Figuran en la lista compañías de peso internacional, como
Microsoft, Google o Amazon. A esta última el gobierno francés le
reclama, por ejemplo, 252 millones de dólares al descubrir los
procedimientos a los que recurre para eludir las cargas fiscales.
Pero hay otras trasnacionales que también evaden mediante un complejo
montaje que utiliza a sus franquicias para enviar sus ganancias a
paraísos fiscales, como Suiza y Luxemburgo. Es el caso de McDonald’s, la
cadena de hamburguesas más famosa del mundo. Cálculos conservadores de
las autoridades francesas fijan entre 446 y 880 millones de dólares lo
evadido por concepto de impuesto sobre la renta y por utilidades.
La compañía estadunidense reconoció ser objeto de investigación. Y
que, como sucede con la mayor parte de las grandes empresas, las
autoridades escarban en su contabilidad. Pero que proporcionarán toda la
que le soliciten. La hacienda francesa no informa sobre los procesos
emprendidos contra la trasnacional porque deben guardar el
secreto fiscal. En cambio afirma que serán
implacablesen su lucha contra el fraude y la evasión.
El mecanismo para realizar el fraude fiscal descansa en las 300
franquicias que explotan 80 por ciento de los mil 300 restaurantes que
la trasnacional de comida chatarra tiene en Francia, donde facturó el
pasado año unos 6 mil millones de dólares. Dichas franquicias deben
pagar por publicidad a la trasnacional estadunidense 4 por ciento de sus
ingresos y entre 10 y 20 por ciento por comisiones de explotación.
Pese al secreto fiscal se supo que por orden de un tribunal de
Versalles se realiza un registro de los libros contables en la sede de
McDonald’s, ubicada en las afueras de París. Se comprobó que el dinero
que las franquicias pagan a la trasnacional va a través de una filial
que tiene como domicilio Luxemburgo. Se llama McD Europe Franchising.
Igualmente que hace cinco años abrió una sucursal en Estados Unidos y
otra más en Suiza. Por medio de la filial de Luxemburgo, atendida
por unos pocos empleados, McDonald’s recibe los derechos que le pagan
las franquicias que posee en Europa y luego transfiere
limpiamenteel dinero a Estados Unidos.
Por medio de esta maniobra, en vez de pagar impuestos por 33 por
ciento en Francia sólo aporta menos de 2 por ciento que exige
Luxemburgo. En tanto, las utilidades netas de la trasnacional
ascendieron el año pasado en Francia a más de 200 millones de dólares.
Los productos de McDonald’s no sólo engordan a los consumidores. Con la evasión, también las cuentas de sus propietarios.
Penultimátum
La Jornada
http://www.jornada.unam.mx/2014/03/14/cultura/a08o1cul
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