En vez de confiar en la policía de fronteras, la UE debería examinar los efectos de sus propias políticas en los países pobres que envían a los emigrantes. A no ser que cambien las políticas que perpetúan las condiciones de pobreza e injusticia, las razones para emigrar persistirán.
A principios de Octubre, la Dirección de Investigación de la Comisión Europea me pidió asistir y hacer una breve presentación en un Taller de Expertos titulado "Respuesta a los desafíos globales: el papel de Europa y de la cooperación internacional en ciencia y tecnología". Les expliqué debidamente que había luchado contra el Tratado Constitucional en Francia y que había escrito un libro muy crítico sobre las posiciones actuales de la Comisión Europea. Dijeron que ya lo sabían, reiteraron la invitación y me dejaron escoger el tema. Así pues, acepté.
Me pareció que la contribución más fructífera que podía hacer era una propuesta de que Europa considere el impacto de sus propias políticas al examinar el fenómeno de las migraciones masivas, en vez de continuar tratándolo únicamente como un tema de seguridad- policial. En base a mi breve presentación me pidieron que firmara como "experta" y, junto a varios otros participantes en el taller, que ampliara mi propuesta. Estoy muy agradecida por esta oportunidad y quiero dar las gracias a las personas implicadas, especialmente a Virginia Vittorino y Sophie Thoyer. Sophie está preparando una publicación con las diversas contribuciones, pero he sido autorizada amablemente a poner mi contribución en mi página web antes de su publicación..- Susan George
Tal como nos recuerdan continuamente las correspondientes agencias de las Naciones Unidas, vivimos en una era de amplios movimientos de población. Millones de personas hacen la transición en sentido único del campo a la ciudad, con el resultado de que actualmente más de la mitad del mundo vive en un entorno urbano. No es infrecuente en países como China que pueblos enteros sean arrasados por elefantiásicos esquemas de "desarrollo" y que sus habitantes sean relocalizados, generalmente en peores condiciones. Millones de otros han sido desplazados a la fuerza por diversos tipos de violencia armada dentro de sus propios países y se conocen como "refugiados internos". Finalmente tenemos el grupo de los que ya han realizado la transición rural-urbana, a veces gracias a las generaciones precedentes y que, por razones que continúan siendo no del todo explicables, desean desesperadamente emigrar a países extranjeros que ven como tierras prometidas. Estos candidatos a la salida casi siempre intentan entrar en los ricos países de la OCDE. Los mexicanos y centroamericanos se dirigen a los Estados Unidos; los norteafricanos y africanos subsaharianos, así como los europeos del este y centroasiáticos, intentan cruzar las fronteras de la Unión Europea.
Defensa e ilustración de la hipótesis
El breve análisis y la propuesta de investigación que siguen se limitan a la UE, pero las observaciones que se hacen también podrían aplicarse a Norteamérica o a Australia. Dentro de Europa, las repuestas a las crecientes presiones migratorias varían de un país a otro pero, por lo menos al principio, todas consideran la inmigración como un problema de seguridad, que debe ser tratado principalmente por la policía, la guardia de costas, el sistema de prisiones o de centros de retención y, en casos extremos, el ejército o la armada.
Sin embargo, la característica común de sus diversas aproximaciones securitarias es que no han funcionado. Por lo menos así es, si la definición de medidas que "funcionan" supone las que reducen o frenan el fenómeno de la migración, o lo limitan a individuos bien educados que el país receptor recibe con agrado. Está claro que las políticas actuales no han parado, ni mucho menos evitado, los flujos de gente que entran en Europa de las formas más variadas y más o menos clandestinas. Por el contrario, están llegando cada vez en mayor número, a menudo en condiciones terribles. Cada vez se anuncian más muertes en tránsito pero, aun así, ellos lo intentan. Otros muchos inmigrantes "escondidos" son simplemente gente que llegaron con un visado turístico y que nunca se fueron.
Hagámonos una pregunta aparentemente sencilla: la emigración del "Norte" hacia el "Sur" a una tal escala ¿es un fenómeno "normal"? La gente, los jóvenes especialmente, quiere viajar, pero son pocos los que, si pudieran escoger, escogerían dejar por siempre sus países, paisajes familiares, alimentos, niñez, familias, amigos, recuerdos, lenguas…. sin tener serios motivos. Sobretodo, no arriesgarían sus vidas y se jugarían su futuro para cruzar las fronteras o alcanzar las orillas de Europa, únicamente para afrontar, con suerte, la vida de un "sin papeles" marginal, una persona sin documentos: sin calificaciones, trabajos mal pagados, condiciones de vida precarias, alojamiento amontonado y en malas condiciones, sin derechos civiles, posibilidad de encarcelamiento y deportación, racismo, xenofobia….
¿No deberíamos, pues, aceptar por lo menos la hipótesis de que la migración masiva no es "normal"; que los candidatos a emigrar más bien evitarían esa opción, si tuvieran otras; que los "factores de salida" que hacen que tanta gente abandone sus países de origen requieren una atención mucho mayor que la recibida hasta ahora? Entre estos factores ¿no deberíamos también aceptar la hipótesis de que, en el caso de Europa [así como en el caso de otros países OCDE] sus propias políticas tienen algo, o bastante más, que ver con la emigración?
Tan solo un rápido examen de la literatura sobre migración muestra una ausencia sorprendente de cualquiera de estas hipótesis. Debido a mis limitaciones de tiempo y en aras de la eficacia, no he intentado una investigación exhaustiva; sin embargo, he examinado el trabajo realizado por la United Nations University World Institute for Development Economics Research [UNU-WIDER] que ha organizado varias conferencias y publicado varios documentos de discusión y otras publicaciones sobre el tema de la migración.(1) Entre otras fuentes examinadas se encuentran las publicaciones del Centre On Migration, Policy and Society [COMPAS] de la Universidad de Oxford .(2) y los artículos publicados durante veinte años por la REMI—Revue Européenne des Migrations Internationales (3).
Nadie parece haber siquiera considerado la idea de que las políticas europeas podrían crear o reforzar las presiones para emigrar en el Norte de Africa y en las sociedades subsaharianas. Lo mismo parece ocurrir respecto al impacto de las políticas de Estados Unidos en sus vecinos del sur, a juzgar por los veinte años de producciones del Center for Immigration Studies de Washington, que se define como el "único think tank dedicado en exclusiva a la investigación, política,…impactos [de las migraciones] en los Estados Unidos (4).
Por una parte confrontamos la evidencia de personas cada vez más desesperadas que desean emprender angustiosos y peligrosos viajes a gran distancia – viajes que frecuentemente requieren los ahorros de toda una vida de familias enteras y que a veces acaban con la muerte. Por otra parte, prácticamente toda la literatura señala el hecho de que la emigración hacia Europa está causada por la "pobreza" o el "deterioro socio-económico de la situación" en su país; o "la distancia creciente" entre el Norte y el Sur. Estas son las explicaciones fáciles y que sirven para todo.
Análisis más sofisticados apuntan a la falta de seguridad en países castigados por contiendas civiles; a mejores sistemas de comunicación y de información que ofrecen una visión irreal de la vida en los países ricos; a redes de solidaridad social establecidas por y con inmigrantes anteriores; a la aparición, más bien reciente, de una verdadera industria de empresas comerciales, a menudo criminales, que trafican con personas, dedicadas a reclutar y hacer pasar emigrantes a través de las fronteras internacionales, etc. Los análisis que apelan a "pobreza", "deterioro" y "desequilibrios" no parecen querer tomarse la molestia de indagar las causas de que esos factores existan a tal escala.
De estas consideraciones pueden extraerse dos posibles conclusiones. O bien [1] las políticas económicas/comerciales europeas son universalmente beneficiosas para los países "emisores" del sur y, por lo tanto, no contribuyen a las presiones migratorias, o [2] la asunción cuasi-universal y callada de los gobiernos, institutos de investigación y académicos es la naturaleza supuestamente benigna de las políticas europeas respecto de los países emisores. O sea que la cuestión de posibles impactos negativos ni siquiera surge. Sin embargo, si las políticas de la UE son universalmente benéficas, como en la conclusión alternativa [1], deberíamos ser capaces de encontrar pruebas para respaldar esta pretensión – pruebas que pudieran ser también "falsables" en el sentido de Karl Popper. Si, por otra parte, se trata de una asunción tácita pero no analizada, como en la conclusión alternativa [2], debería poder demostrarse que existen relaciones entre las políticas europeas y las presiones emigratorias, pero que nunca se han examinado seriamente. En cualquiera de los dos casos, pero especialmente en el segundo, parecería que nos encontramos frente a una laguna de proporciones sorprendentes en la investigación.
Obviamente no hay que caer en la trampa de la "explicación mono-causal" para ningún fenómeno, pero en el caso de una preocupación política, como la migración, tan importante para los gobiernos y los ciudadanos europeos, seguramente vale la pena examinar seriamente el impacto de las políticas de la UE en los movimientos de población. Desde luego, la experiencia demuestra por ahora que la aproximación seguridad-policía es en el mejor de los casos, parcial; en el peor, un fracaso; y que las causas originarias no han sido necesariamente identificadas, mucho menos tomadas en consideración y gestionadas.
Los políticos europeos de cualquier tendencia reconocen que los flujos migratorios del sur hacia el norte constituyen un problema. Estos políticos deberían dar la bienvenida a un conocimiento y una evaluación más precisos del impacto de las políticas europeas, no sólo en los gobiernos del Sur, sino también en la vida de las comunidades y de la gran mayoría de las poblaciones del Sur que constituyen el caladero humano del que surgen las migraciones.
El objetivo global de la política europea hacia los países emisores debería ser el del juramento de Hipócrates: "Ante todo, no dañar". Un programa de investigación valiente tiene el deber de evaluar este daño, si existe, y en el caso de que así sea, encontrar los medios para eliminarlo y reemplazarlo con aproximaciones positivas. Nada podría acrecentar mejor que esto la estatura de la Unión Europea frente a sus vecinos del Sur. Ciertamente, Europa, como cualquier otra entidad política, tiene muchos grupos que satisfacer así como muchos intereses económicos y políticos, y no puede esperarse que los abandone. Sin embargo, algunos de estos grupos e intereses puede que sean más bien de una importancia limitada y con valor tan solo a corto plazo. Podrían y deberían remplazarse por la aproximación otrora conocida como característica de un "interés propio ilustrado" que merecería ser recuperado.
¿Cuáles podrían ser los elementos de un programa de investigación como éste? A continuación se ofrece una aproximación no limitativa "de catálogo". Se necesitarían equipos de investigación Norte-Sur para tratarlos. Quiero dejar claro desde el principio que en algunas de las sugerencias que propongo para un trabajo de investigación se ponen de manifiesto mis opiniones personales. No creo en la "objetividad" en las ciencias sociales y he trabajado demasiado, en las décadas pasadas, en el impacto de ciertas políticas del Norte sobre las sociedades del Sur para presentar propuestas para la UE con una actitud "neutral".
Una vez dejado esto claro, las principales áreas a examinar de las políticas europeas se refieren a los ajustes estructurales, el comercio [especialmente respecto a los alimentos y productos agrícolas], así como estructuras arancelarias; subsidios, precios de las materias primas; pesca, el impacto de las corporaciones transnacionales europeas; Economic Partnership Agreements [EPAs] (Acuerdos de Cooperación Económica).
Del lado de los gobiernos de los países de emigración deberían considerarse también incentivos para no cooperar con la UE y promover la migración ya sea abierta o tácitamente. Los gobiernos del sur saben muy bien que las remesas enviadas a casa por los migrantes constituyen un componente substancial de sus ingresos y que alivian la pobreza de una gran mayoría de sus ciudadanos y pueblos. Para varios países, los emigrantes representan ya su exportación más valiosa. Los gobiernos saben también que "la exportación de personas" mitiga sus propios y graves problemas de desempleo. Para estos gobiernos constituye una ventaja tener menos jóvenes, especialmente descontentos y sin empleo, causando problemas. Estos gobiernos no están poco contentos con estas personas fuera, no dentro.
Además de estos aspectos Norte-Sur actuales, especialmente los que relacionan a la UE con el África del Norte y subsahariana, debería estudiarse también un plan para los impactos a largo plazo del cambio climático. Es ya conocido que las zonas con tendencia a la sequía están destinadas a ser más secas todavía y que la población con problemas de agua crecerá necesariamente. De la misma manera, es probable que las áreas húmedas experimenten un aumento de lluvias e inundaciones. El crecimiento de las aguas costeras generará también un número incalculable de refugiados climáticos que buscarán ayuda como sea; y aumentarán los episodios climáticos graves, cargados de consecuencias socialmente desbaratadoras.
Políticas europeas con posibles o probables impactos que inducen a la inmigración.
Deuda
A pesar de algunas modestas reducciones, los flujos del Sur hacia el Norte continúan siendo una pesada carga para los países del Sur e impiden su desarrollo. La investigación debe cuantificar esta carga y evaluar el valor actual – tanto el monetario como el no monetario – de los reembolsos a los países de la UE individualmente y a la UE en conjunto. ¿Cuál es la cuantía de los fondos "esterilizados" por el reembolso de la deuda y, en consecuencia, no disponible para el desarrollo? ¿Cuáles son los impactos reales de los paquetes de ajustes estructurales inducidos por la deuda, especialmente la privatización de los servicios públicos y la orientación a la exportación, especialmente de la agricultura? La crisis de la deuda es en realidad una enfermedad crónica y la UE debería, con la ayuda de la investigación, idear un plan rápido, claro, democrático, no burocrático, libre de corrupción, y "de una vez por todas", que pueda acabar con un problema que ha estado provocando daños durante casi un cuarto de siglo.
La deuda se acumuló por varias razones; el dinero en préstamo procedía tanto de fuentes públicas como privadas, pero en el caso del África subsahariana estas fuentes eran en su gran mayoría públicas. Los préstamos a regímenes opresivos se han estimado en cerca de 500.000 millones de dólares en todo el mundo [incluyendo 22.000 millones al apartheid en Sudáfrica].Deberían examinarse los aspectos de "deuda odiosa" [la jurisprudencia distingue desde 1920 la deuda legítima de la "odiosa", siendo esta última la que va a los dictadores, ya sea sin ningún beneficio para la población, o para oprimirla todavía más]; pero la recomendación sería la cancelación de todos los tipos de deuda. (5).
Los préstamos a los Low Income Countries [LICs], se elevaban, en 2004-2005, y en términos contables, a 523.000 millones de dólares a nivel mundial. La deuda externa de África, incluida la de África del Norte, había alcanzado 300.000 millones de dólares en 2004, con 227.000 millones de dólares sólo para el África subsahariana. Estas cantidades son más bien pequeñas en términos internacionales, pero inabordables para África: en 2004 el África subsahariana devolvía 28.000 dólares por minuto [15.000 millones de dólares por año] en concepto de servicio de la deuda, según cifras del Banco Mundial-OCDE. Todos los LIC's en conjunto devolvían entonces 100 millones de dólares por día (casi 70.000 dólares por minuto).
En Julio de 2005, cuando tuvo lugar la Cumbre G-8 en Gleneagles, se garantizó a 28 países una reducción de la deuda de 56.000 millones de dólares, y a 18 países muy pobres, 14 de ellos en africanos se les prometió una cancelación total. En países tan endeudados como éstos se necesitarían 100 años, siguiendo las líneas actuales, para lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Las campañas de la sociedad civil, como Jubileo 2000, han ejercido presión sobre los países acreedores, pero la reducción prometida ha sido siempre muy lenta para traducirse a la realidad, ya que los países implicados deben acometer períodos adicionales de ajustes estructurales antes de que las cancelaciones surtan efecto. Se ha estimado que en 65 países se necesitaría una cancelación completa de la deuda para tener alguna posibilidad de alcanzar los MDG. Esto costaría a los acreedores unos 80.000 millones de dólares por año. El G-8 y otras reuniones tienden a hacer anuncios espectaculares que, cuando se examinan atentamente, o se revelan desorientadores o permanecen sin ejecución (6).
Algo que está íntimamente ligado a la crisis de la deuda es el enorme lastre que la fuga de capitales desde África ha significado para esos paupérrimos países. Un trabajo reciente de Léonce Ndikumana y de James K. Óbice, de la Universidad de Massachusetts, llega a la conclusión de que los ricos de África han exportado, durante el período 1979 a 2004, un total de 420.000 millones de dólares, casi el doble del peso total de la deuda del África subsahariana en 2004, que era de 227.000 millones de dólares. La mayor parte de ese dinero no fue adquirido legalmente. Junto a los intereses que este capital podría haber acumulado en este período de 35 años, los autores estiman la pérdida total para África en 607.000 millones de dólares. ¿Hasta qué punto los bancos europeos eran cómplices – y hasta donde ha llegado la laxitud de los gobiernos europeos- permitiendo o promoviendo este drenaje crónico? (7).
Ajuste estructural
Más allá de evaluar las cantidades actualmente debidas, la investigación debería hacer suya la amplia literatura sobre el impacto de las políticas de ajustes estructurales que acompañan a la deuda, políticas puestas por obras por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, en estrecha colaboración con el Tesoro de los Estados Unidos. Los elementos de las políticas de ajustes estructurales [conocidos también como "Consenso de Washington"] han sido estudiados con frecuencia y exhaustivamente; existen docenas, sino cientos, de estudios de caso sobre los impactos de los altos tipos de interés, promoción de las exportaciones y liberalización del mercado, privatización; "recuperación de costes" inclusive en escuelas y sanidad – especialmente perjudicial para mujeres jóvenes y adultas – etc. Estas políticas han causado más hambre y privaciones, menos niños en las escuelas, desempleo crónico y dificultades; millones de personas han tenido que volver al sector informal (8). Sin embargo, la población local no se benefició en absoluto o muy poco del dinero prestado, la mayor parte del cual fue a las clases medias y altas consumistas, a proyectos tipo "elefante blanco", a compra de armas o a cuentas privadas en el extranjero; estas poblaciones se han visto obligadas a devolverlo con sus sacrificios.
Ya sabemos que la cancelación de la deuda es posible. La investigación debería examinar las cantidades debidas a países específicos de la UE y la cantidad total sobre la que Europa podría influir [incluyendo las cantidades que todavía se deben al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional]. Las fuentes para este tipo de trabajo existen: el Banco Mundial, la OCDE y el Club de Londres y el Club de París son las principales – aunque esta investigadora ha constatado que el Club de París es particularmente no cooperativo, incluso desagradable, respecto a las demandas externas de información. Seguramente sería necesaria una petición de la UE para tener acceso a sus datos.
Por lo que respecta al Banco y al Fondo, el FMI podría continuar vendiendo su oro sin estorbar a los mercados – es más, podría contribuir a calmar las subidas por las nubes de los precios del precioso metal. En cuanto al Banco, incluso si borrara toda la deuda hacia él de todos los LDCs, retornaría simplemente a sus niveles de capital de 1997, cuando era floreciente. El Banco tiene 400 por ciento más capital del que necesita para mantener la clasificación de sus bonos en la triple AAA [las tres agencias más conocidas de clasificación clasificaron sus bonos AAA en 1997]. Además, durante los últimos 15 años el Banco ha conseguido más de 1.000 millones de dólares por año en beneficios. Los derechos de voto europeos en el Fondo/Banco son de un 16 por ciento para Alemania, Francia y Gran Bretaña solamente, más otro 14 por ciento si se cuentan los grupos presididos por Bélgica, Holanda e Italia. Seguramente un 30 % de los derechos de voto da a la UE una influencia suficiente en estas Instituciones Financieras Internacionales para presionar por una anulación completa respecto a los deudores de África del Norte y del Sur, basándose en una investigación sólida de las mejoras que podrían obtenerse en estos países, una vez emancipados del yugo de la deuda.
Hay quien arguye que la cancelación de la deuda llevaría simplemente a un nuevo endeudamiento. Sin embargo se puede demostrar – aunque la investigación sobre estos aspectos todavía es débil— que cuando se cancela la deuda, globalmente el dinero se emplea bien: para escuelas, clínicas, inmunización, acceso al agua…. [Hay datos para Tanzania, Uganda, Benin, Mozambique….]. Si la UE requiriera a los gobiernos africanos que asociaran a sus respectivas poblaciones en la elección de las prioridades de gasto del dinero liberado por la cancelación, podría garantizar que los ahorros en el pago de la deuda se utilizaran debidamente en todas partes.
Además, a cambio de una cancelación completa, los países europeos acreedores deberían tener derecho a pedir que los países receptores fueran responsables del gasto de los ahorros frente a sus propias poblaciones. Se podría utilizar algún tipo de variante del proceso presupuestario participativo que se utiliza en muchas ciudades brasileñas; también se podrían convocar elecciones para un Consejo compuesto por personas elegidas según criterios tanto geográficos como sectoriales [por ejemplo, campesinos, obreros, empresarios, mujeres, funcionarios…] que se reuniría con el gobierno y definiría las prioridades de gasto.
Alguien puede argüir que no es posible imponer "condicionalidad" a gobiernos soberanos, pero este argumento es falso teniendo en cuenta que el FMI- Banco Mundial ha venido imponiendo condicionalidades durante décadas. La condicionalidad democrática podría contribuir simultáneamente a resolver muchas cuestiones de gobernabilidad en los países receptores. Cuando se han ensayado estas fórmulas [Brasil, Tanzania…], las pérdidas y la mala gestión se han reducido prácticamente a cero. Una pequeña Agencia de Naciones Unidas – o una agencia europea- podría entregar las cantidades correspondientes al banco central de cada país deudor; y el gobierno, asesorado por el antedicho Consejo de sus propios ciudadanos, determinaría cómo gastarlo. Si se escogiera la solución NNUU, el trabajo podría hacerlo la UNITAID, la agencia que gestiona el "airline ticket tax" (impuesto sobre los billetes aéreos) internacional, que fue propuesto por el Presidente de Francia Jacques Chirac y aceptado hasta ahora por unos 15 países.
La anulación de la deuda debería crear normalmente grandes cantidades de empleos en los LDCs así como permitir un gasto mucho mayor en salud, educación y otras necesidades. También contribuiría a la creación de empleo en Europa, ya que los antiguos países deudores empezarían a poder gastar en bienes de capital, en vez de en estériles pagos de intereses.
Precios y comercio de primeras materias
Uno de los impactos más perversos de la deuda es el síndrome de la exportación. Todos los países endeudados deben obtener divisas fuertes para pagar los intereses de la deuda, y por lo tanto, se ven forzados a exportar. En África especialmente, los países endeudados tienden a exportar el mismo tipo limitado de productos primarios, con el resultado de que producen más de lo que los mercados pueden absorber y, por lo mismo, hacen bajar los precios para todos. Los precios de las materias primas han estado bajando desde la década de los 70. Paradójicamente, los bajos precios provocan el exceso de producción, porque para mantener sus rentas estables los países exportan todavía más. Los subsidios de los países del Norte, por ejemplo los de los EEUU a sus productores de algodón, todavía empeoran más las cosa, y recurrir a la Organización Mundial del Comercio no sirven de mucho. La participación de las primeras materias (excluyendo el petróleo) en el comercio mundial ha ido declinando desde un tercio a un cuarto a partir de la década de los 90. Debido a las privatizaciones masivas causadas por las políticas de ajustes estructurales, los gobiernos han perdido los instrumentos para gestionar los stocks remanentes o el control de las cantidades producidas y comercializadas. Según la UNCTAD, cincuenta países de renta baja dependen de 2-3 materias primas; 39 dependen de una sola. Los términos del intercambio están fijados absolutamente en contra de los productores de materias primas, con el resultado de que actualmente deben exportar un tercio más que en 1975-85 para comprar la misma cantidad de productos manufacturados. A pesar de que recientemente las compras de China han mejorado un poco los precios de las primeras materias, especialmente de los metales (que no son producidos por pequeñas empresas, sino por grandes empresas, normalmente transnacionales mineras extranjeras), el declive ha sido consistente para las cosechas de pronto pago, por ejemplo, una media de 5,1% al año para el café; 6,9% para el cacao; 3,4% para el algodón, desde 1977. Un productor de café de Uganda recibe 14 céntimos por un kilo de grano, mientras, en un supermercado del Reino Unido el café puede costar al consumidor $26,40/kilo. (Cifras de 2005, a actualizar.) Los aranceles europeos son bajos o inexistentes para las materias primas, pero elevados cuando los bienes son procesados en los países productores para ser transformados en productos más elaborados. Los países pobres no pueden competir en la transformación de sus propias materias primas, ya que se enfrentan a elevadas barreras arancelarias. Sin embargo, la política europea "Todo, menos Armas" ha sido un paso positivo en el que podrían inspirarse otros venideros.
Políticas europeas de comercio y exportación hacia Africa
Los subsidios en el Norte pueden provocar la ruina de los pequeños agricultores; véase. por ejemplo, el impacto, ya mencionado, de los subsidios norteamericanos al algodón sobre los productores africanos. La producción agrícola europea está subsidiada en unas proporciones de, aproximadamente, 1.000 millones de euros diarios: ¿qué proporción de estos subsidios está relacionada con productos exportados a los mercados africanos a precios por debajo del coste de producción real? Necesitamos saber mucho más sobre el impacto del comercio europeo en los pequeños agricultores y en las industrias emergentes de África, especialmente el del dumping de los productos subsidiados. Algunos estudios, referidos especialmente a productos lácteos, tomates y pollo, indican que las exportaciones desde Europa a precios imbatibles han diezmado a los productores locales y a las industrias transformadoras (por ejemplo, a la producción de conservas de tomate en Ghana). Es probable que exista más literatura referente al impacto de la NAFTA en los agricultores mexicanos que al impacto de la UE en sus equivalentes africanos. (La NAFTA ha arruinado por lo menos a 350.000 agricultores pobres mexicanos de los Estados más pobres, debido a que el maíz barato de EEUU, producido industrialmente, ha inundado los mercados mexicanos)
Los responsables de la Unión Europea deben estar al corriente de las críticas persistentes que las ONG del Norte dirigen a las políticas comerciales de la Unión, ya sea en la OMC o en los diferentes acuerdos bilaterales o multilaterales y en las EPAs (Economic Partnership Agreements), todos los cuales contienen provisiones detalladas respecto a inversiones, acceso a materias primas y compras de los gobiernos. No parece haber dudas respecto a la gran desviación a favor de los intereses de las corporaciones transnacionales europeas y a la influencia de éstas en la política comercial de la UE. Los EPAs han sido contestados por unos pocos Estados africanos (Senegal, Sudáfrica) pero la mayoría no protestan.
Lo mínimo que la Comisión podría hacer es un seguimiento de la conducta actual y del impacto de las corporaciones transnacionales europeas, especialmente los extractores de primeras materias, en los países emisores de emigrantes. A raíz de la Cumbre UE-América Latina celebrada en Viena en Mayo 2006, el Enlazando Alternativo (cumbre alternativa) encargó a OGNs e investigadores latinoamericanos estudios sobre el impacto de las transnacionales europeas en América Latina y Central. Sus informes de lo visto proporcionaron una gran riqueza informativa y, hay que decirlo, revelaron resultados muy negativos para las poblaciones locales, tanto si se trataba de empresas dedicadas a la minería como a los servicios, agricultura, papel o industrias financieras (9).
Pesca
La pesca a lo largo de la costa occidental africana se ha desplomado, y los pequeños pescadores ya no pueden ganarse la vida. Parece que la eliminación de stocks es debida a un exceso de pesca por parte de las traineras industriales europeas. Se dice que los pequeños pescadores venden sus barcas a las bandas de traficantes de personas, que las utilizan para llevar a los emigrantes a Canarias. La situación debe ser parecida en los países ribereños del Mediterráneo. Aparte de algunas anécdotas, sabemos muy poco de este fenómeno.
Addendum: políticas de las que la UE no es responsable pero que contribuyen al empobrecimiento de los países emisores de emigrantes.
1. Libre comercio: Al principio, el Banco Mundial dijo que los países en desarrollo obtendrían grandes beneficios (más de 300.000 millones de dólares al año) gracias al libre comercio. Bajo la presión de economistas de otras instituciones, el Banco se vio obligado en etapas sucesivas a recortar sus estimaciones a tan solo 16.000 millones de dólares, la mitad de los cuales se suponía que irían a Brasil y Argentina. Lo máximo que los países pobres pueden esperar de una mayor libertad de comercio es un incremento de su PIB en un 1% durante los próximos 10 años. (10).
La OMC ha dicho que la atascada "Ronda de Doha para el Desarrollo" aportaría ganancias reales al Sur. Sin embargo, hasta ahora, el Norte, incluida la UE, ha propuesto garantizar el acceso a solamente un 97% de las mercancías de cada país del sur. Esto puede parecer generoso, pero debido a la dependencia de muchos países del sur de un número muy limitado de productos, el Norte puede fácilmente colocar lo que cada país produce de forma económica en la categoría del 3 % restante. (Todos los EPA avanzados por Europa son "OMC Plus").
2. Decisión de la OMC sobre las bananas: Seguramente ya es posible evaluar el impacto sobre los productores locales de la decisión de la OMC sobre la disputa respecto a las bananas. El régimen preferencial por el cual Europa garantizaba la compra de una determinada cantidad de bananas a los países ACP fue considerada ilegal por la OMC: Europa no tiene derecho a conceder privilegios a los países ACP, y debe aceptar, por ejemplo, las bananas producidas en plantaciones por empresas transnacionales norteamericanas, como Chiquita Brands, en Ecuador o América Central. ¿Cómo ha afectado esta decisión a los campesinos pobres de los países ACP? ¿Ha incrementado su tendencia a intentar emigrar?
3. Acuerdo Multifibras: El fin del Acuerdo multifibras dio a China una gran ventaja con respecto a los textiles. Las exportaciones chinas han tenido un gran impacto en la misma Europa, pero en el Sur el efecto ha sido devastador. Es poco probable que las industrias textiles de lugares como Bangladesh, Camboya o América Central se recuperen. En la industria textil de Marruecos ya se han destruido centenares de miles de puestos de trabajo. Estos trabajadores desempleados vuelven a la producción de kif (droga), o intentan emigrar. ¿Puede hacer algo la UE para mitigar estos impactos? Está claro que en este caso no pueden atribuirse a las políticas europeas en sí, pero ¿pero podrían influir en la actitud de la UE dentro de la OMC o en otros sistemas internacionales y/o regímenes de comercio?
4. Crisis financieras: Incluso antes de las turbulencias actuales y de la recesión incipiente originada – pero no limitada- a la crisis de las subprime, los embrollos financieros se han cobrado un elevado peaje. La Organización Internacional del Trabajo ha estimado que entre principios de la década de los 90 y 2002 hubo más de 90 "crisis financieras importantes", con una gran pérdida de seguridad económica, empleos, formas de ganarse la vida y ahorros. La OIT define una crisis como "importante" cuando el valor de una divisa cae un 25%, como mínimo, en un solo mes, y esta caída es un 10% mayor, como mínimo, que la del mes precedente. En otras palabras, se trata de crisis en las que el valor de las cuentas corrientes de la gente, de sus seguros, seguridad social, pensiones, etc. cayó al menos un 35 % en el espacio de dos meses. Os países del continente africano dentro de esta categoría pueden encontrarse en el informe de la OIT titulado Seguridad Económica para un Mundo Mejor, 2004, al cual no tengo acceso en el momento de escribir estas líneas.
5. Cambio climático: Seguramente el impacto de un cambio rápido de clima ya no se pone en duda, y no hay necesidad de más investigación per se. El IPCC ha establecido que la zonas secas/húmedas serán más proclives a las sequías/inundaciones, y que las temperaturas extremas y sus impactos secundarios golpearán con más fuerza a las poblaciones vulnerables del Sur que a las de las zonas templadas del Norte. Hemos visto ya inundaciones catastróficas en el África subsahariana y sabemos que se multiplicarán los problemas de todo tipo. Es una oportunidad perfecta para que la S&T europea proponga sistemas de energía limpios y abundantes (especialmente solares) para el Sur, en un esfuerzo a fondo de desarrollo para cambiar el escenario energético, no sólo del Sur, sino de la propia Europa. De momento, los programas paliativos y de alivio serán más necesarios que nunca.
Conclusión
Durante y después del proceso de descolonización, los países antiguamente colonizados o dependientes produjeron muchos dirigentes brillantes y carismáticos (presentes en Bandung y más allá….). Esos países formaron grupos políticos como el Movimiento de países no Alineados o el G-77 (que más tarde pasó a tener más de 100 países). A partir especialmente de la década de los 70, estos países hicieron una llamada par un Nuevo Orden Económico Internacional; varios documentos de NNUU, como el "Informe Brandt" de 1981, secundaron muchas de sus demandas. Por algún tiempo pareció como si finalmente pudiera llegarse a una distribución más justa de la riqueza en el mundo y a que tuvieran más oportunidades las naciones emergentes. El Norte se vio obligado, como mínimo, a simular que prestaba atención a las demandas que surgían de un nuevo Sur confiado en sí mismo.
En 1974, en Roma, en la Conferencia Mundial sobre el Hambre, de la FAO, Henry Kissinger (inmediatamente después de terminar su faena en el golpe fascista de Chile) salmodió que "Dentro de una década, ningún niño se irá a la cama hambriento, ninguna familia temerá por su alimento del siguiente día….". Hubo otras conferencias, y el Sur pensó justificadamente que estaba progresando. Sin embargo, el Norte liderado por los Estados Unidos gradualmente recondujo la situación bajo el control del norte. El Norte introdujo y apoyó a otras dictaduras, además de la de Pinochet, y los antiguos colonizadores apuntalaron con frecuencia regímenes no democráticos y represivos en el África subsahariana. En Jamaica, en 1981, el recién elegido Ronald Reagan puso fin de una vez por todas al proceso de un Nuevo Orden Económico y de mayor autonomía.
La Unión Europea, en tanto que entidad política comparativamente nueva, tiene la oportunidad de romper con este pasado y de demostrar que puede, no solamente cooperar sino también abogar por una cooperación igualitaria y permanente con el Sur. Cada campesino arruinado, cada joven sin trabajo, cada pescador sin medios de vida es un candidato a la emigración. Europa puede dejar de cortar avenidas hacia la prosperidad y el desarrollo con sus políticas, haciendo así menos necesaria la emigración.
Ni que decir tiene que, a corto plazo, eso molestaría a algunos lobbies europeos más o menos poderosos; pero los beneficios para los europeos y para las poblaciones del Sur serían enormes. Una política de Europa-fortaleza no funcionará y, al menos en las circunstancias actuales, una política de "fronteras abiertas" es políticamente inaceptable. Las únicas opciones alternativas son el reforzamiento de la respuesta sin éxito de policía-seguridad-expulsión o estudiar las prácticas europeas actuales y decidir eliminar los abusos – utilizando los resultados de la investigación para apoyar el caso. De otro modo, nadie –especialmente ningún responsable europeo – debería sorprenderse ante el flujo constante de inmigrantes.
NOTAS: (1) UNU-WIDER, "Seminario sobre Migraciones Internacionales y Desarrollo: Modelos, Problemas y Política, Naciones Unidas, Nueva York, 12 Septiembre 2006; o seminario UNU-Wider en 2001 sobre "Migraciones Internacionales y Pobreza"; también Timothy J. Hatton y Jeffrey G. Williamson, "What Fundamentals Drive World Migration?", UNU-WIDER Documento para debate no.2003/23. El proyecto WIDER en curso sobre Refugiados, Migraciones Internacionales y Pobreza está co-dirigido por George Borjas de Harvard y Jeff Crisp de la UNHCR. (2) www.compas.ox.ac.uk/publications. Hay diez subtítulos de varios tipos de publicaciones. (3) Revista Europea de las Migraciones internacionales – Investigación de palabras clave. (4) www.cis.org Fundado en 1985, el Centro se define como no-partisano y sin ánimo de lucro; "Pro-inmigrantes, baja inmigración"; o sea, su objetivo es: menos inmigrantes y mejor acogida para los que vienen. El "Right Wing Watch" (Observatorio de la Derecha) de People for the American Way (Gente a favor del estilo de vida americano) considera al CIS como una organización de derechas. Por lo tanto es mucho más sorprendente que el CIS no se haya mostrado interesado en las contribuciones de la política US hacia los "factores que ejercen presión". (5) Patricia Adams, La Deuda Odiosa, Probe International, Earthscan, Toronto, 1991. (6) Susan George, A Fate Worse than Debt, (Un Destino peor que la Deuda) Penguin, Londres 1987; Susan George, The Debt Boomerang, (El Boomerang de la Deuda) Pluto Press, Londres, 1992; Patricia Adams, La Deuda Odiosa, DATOS DE LA PUBLICACIÓN; cifras más recientes son publicadas regularmente por el Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo-CADTM, www.cadtm.org. (7) Léonce Ndikumana y James K. Boyce, Tax Justice Focus, la revista trimestral de Tax Justice Network, primer trimestre 2008, Volumen 4 no.1. (8) En una presentación memorable, A.T. Moussa Tchangiri, director de la revista Alternative in Niger, describió con todo detalle, en el Forum Social Mundial en Bamako [Enero 2006] como las políticas forzosas de privatización [del transporte, reservas de cereales, servicios veterinarios, etc.] habían contribuido directamente a la generalización del hambre en dicho país. (9) http://peoplesdialogue.org/en/node/39. (10) Kevin Gallagher de la Tufts University, que asistió también a la reunión de la UE que dio origen a la presentes series de documentos, incluido el mío, ha escrito decisivamente sobre este tema.
Susan George es Presidenta del consejo del Instituto Transnacional (Ámsterdam) y especialista en las distorsiones y desigualdades vinculadas a la mundialización. Norteamericana de origen y residente en París desde hace muchos años, es una de las principales intelectuales del movimiento ATTAC. Su último libro, publicado en francés, es: La Pensée enchaînée: Comment les droites laïque et religieuse se sont emparés de l´Amerique (El pensamiento encadenado: cómo se han hecho con EEUU las derechas laica y religiosa), Fayard, París, 2007.
Traducción para www.sinpermiso.info: Anna Garriga Tarré
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