lunes, 23 de marzo de 2009

Es urgente: hay que cambiar Europa

El titular de prensa lo dice todo: “La UE suspende por falta de ideas la cumbre sobre el empleo“. No puede haber una expresión más evidente ni patética del agotamiento del modelo neoliberal que se está siguiendo para construir y gobernar Europa.

Y no es de extrañar que no tengan ideas. Llevan años dándole vueltas a lo mismo y sin éxito: flexibilizar el mercado, bajar los salarios, favorecer a los capitales… y lo que han conseguido está a la vista. Hoy hay más pobres en Europa, más trabajadores precarios, menos crecimiento de la economía… pero, eso sí, muchos más beneficios acumulados por las empresas. Y, además, unos beneficios que no se dedican a generar más inversión productiva o a crear más empleo, como auguraban los defensores de las políticas neoliberales. Por el contrario, se han dedicado a la especulación y ahora padecemos, en consecuencia, la crisis más grande del último siglo, por lo menos. ¡El capitalismo especulativo se come al capitalismo!

Antes, cuando subían los precios, incluso en pequeña proporción, decían que había que moderar los salarios para que no siguieran subiendo. Ahora, cuando dicen que hay que evitar que sigan cayendo los precios porque eso provoca una deflación que hay que evitar, no solo no dicen de subir los salarios, como habría que hacer si su teoría de antes fuese cierta, sino que siguen diciendo que hay que moderarlos. No tienen vergüenza.

No es que no tengan ideas para crear empleo. Lo que sencillamente no tienen es voluntad de enfrentarse a los intereses de los poderosos que no necesitan el empleo para ganar dinero, ni quieren contribuir con sus impuestos para aportar recursos que permitan crearlo.

Se podría crear empleo en Europa desde mañana mismo: obligando a que el Banco Central Europeo financiara programas de gasto orientados a generar capital social en lugar de seguir dando dinero a bancos que son insolventes y que todo lo que reciben lo dedican (inútilmente pues el agujero es inconmensurable) a tratar de salvar sus balances. Realizando reformas fiscales que gravaran las actividades especulativas y los patrimonios y beneficios procedentes de ellas y con ambas fuentes de financiación generando un cambio de modelo productivo en Europa para favorecer la utilización de recursos endógenos y la actividad económica sostenible.

En Europa hay más de 60 millones de pobres, déficits muy grandes en salud, enseñanza, investigación e innovación, igualdad y conciliación, en gestión medioambiental y desarrollo de nuestras fuentes energéticas, en cooperación internacional, en desarrollo de agricultura ecológica, en integración cultural… y en todos esos campos la actividad podría ser fuente intensiva de cientos de miles de empleos. Claro que fomentar esa actividad requeriría apoyar a nuevas empresas, a nuevos intereses económicos y, sobre todo, ir cerrando el paso a las que ahora dominan los mercados europeos en torno a un modo de producir y distribuir los recursos despilfarrador e insostenible, pero muy rentable.

Y requeriría nuevos instrumentos de decisión que empoderarían a los ciudadanos, como se empoderarían también si disfrutaran de un salario y de un trabajo dignos, que es lo que en realidad quieren evitar.

Está claro. Hay que echar a esos dirigentes políticos que incluso reconocen que no tienen ideas y empezar a construir otra Europa.

Juan Torres López - Consejo Científico de ATTAC España

www.juantorreslopez.com

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