Escribo este post con la intención de resolver algunas dudas que he
visto han surgido en relación al rescate de España por parte de la Unión
Europea y sus efectos en el nivel de déficit y de deuda pública. El
gobierno se está esforzando por maquillar y suavizar la gravedad del
asunto recurriendo a artimañas contables, declaraciones sesgadas, empleo
de eufemismos e incluso vergonzosas mentiras. La última de ellas y de
la que me ocuparé enseguida es la propinada por el presidente del
gobierno Mariano Rajoy cuando aseguró
que el rescate no afectaría al déficit público. Es difícil resistirse a
desmontar una mentira tan escandalosa y más aún cuando proviene de la
persona que, sobre el papel, representa a los ciudadanos españoles.
Cuando en un año concreto un estado presenta más gastos que ingresos
(presenta déficit), tiene que cubrir esa diferencia de alguna forma. La
forma más usual es la de pedir dinero prestado a los inversionistas en
los mercados financieros. Imaginemos que un estado presenta en un año
determinado unos gastos por valor de 30.000 millones de euros, y unos
ingresos de 20.000 millones. La diferencia será el déficit: 10.000
millones de euros. El estado necesitará dinero por esa cantidad para
poder cubrir todos sus gastos; y por lo tanto pedirá dinero prestado a
los inversionistas. De esta forma, la deuda pública se incrementará en
la misma cantidad (10.000 millones), puesto que será el volumen de
capital que tendrá que pedir prestado el estado y devolver en un futuro.
Si en el próximo año nuestro estado vuelve a presentar déficit, tendrá
que volver a pedir prestado más dinero, por lo que la deuda pública
volverá a incrementarse.
Pero la deuda pública no es exactamente equivalente a la acumulación
de déficits públicos. Para ser más precisos, la deuda pública es todo el
dinero que un estado tiene que devolver porque en su día lo pidió
prestado. Puede ocurrir que la deuda pública aumente súbitamente sin que
haya cambios en los niveles de déficit. Esto es precisamente lo que va a
ocurrir en principio con el rescate al que se va a acoger el estado
español. La Unión Europea va a prestarle a la economía española una
cantidad de dinero (ampliable a 100.000 millones de euros) que en un
futuro tendrá que devolver. La deuda pública española se incrementará
(se calcula que lo hará aproximadamente en un 10% del PIB), porque el
estado se endeudará y tendrá que devolver ese dinero en un plazo
acordado. Con este primer movimiento, el déficit español no cambiará,
puesto que no habrá alteraciones en los gastos ni en los ingresos. Este
préstamo por parte de la UE no computará como ingreso porque el dinero
no irá a las arcas del estado, sino que se apartará en un fondo
especial: el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Obviamente tampoco computará como gasto; por lo que el nivel del déficit
público no se verá alterado en un principio. Pero la deuda pública
española sí aumentará.
Este movimiento hay que entenderlo de la siguiente forma: la UE reúne
una cantidad de dinero y lo ingresa en el FROB. Puesto que el FROB está
al margen del Tesoro, las cuentas del estado español no se inmutan con
esta acción. Sin embargo, en un préstamo siempre tiene que haber algún
agente que se haga responsable del mismo. Cuando pedimos un préstamo
para comprar una vivienda, alguien tiene que hacerse responsable y
comprometerse a devolver el dinero. En caso de que esa persona no pueda
devolver el dinero, tendría que afrontar su responsabilidad de alguna
otra forma, por ejemplo entregando otros bienes patrimoniales como la
propia vivienda. El agente económico que se hace responsable del
préstamo es quien se compromete a devolver el dinero. Por ejemplo, yo
puedo pedir un préstamo a un banco y en el contrato nombrar como
responsable a mi padre. Será mi padre quien se comprometa a devolver el
dinero prestado y a compensar al banco de alguna forma si finalmente no
pudiera amortizar el préstamo. Pues bien, en el caso del rescate de la
UE, el responsable del préstamo es el estado español. La UE ingresa el
dinero en el FROB, pero quien se responsabiliza del préstamo es el
Tesoro Público (es decir, todos los contribuyentes). Será el estado
quien tenga que devolver el dinero en un futuro, por lo que la deuda
pública aumentará su cuantía tanto como sea el volumen de dinero
prestado por la UE. En el acto del préstamo, el déficit del estado
español no aumenta pero sí lo hace el nivel de deuda pública.
Ahora bien, no importa solamente la acción del préstamo como tal.
También hay que tener en cuenta que el préstamo tiene un precio en
concepto de intereses, y que los mismos tienen que ir pagándose a lo
largo del tiempo. Si la economía española finalmente usa los 100.000
millones de euros que puede emplear, y el tipo de interés del préstamo
es del 3% (como parece que será finalmente), el estado tendrá que
devolver los 100.000 millones de euros en un futuro pero además tendrá
que pagar 3.000 millones de euros extra por haber pedido el préstamo. En
este caso la deuda pública aumentaría su nivel en 100.000 millones.
Pero los 3.000 millones de euros de intereses no se añadirían a la deuda
pública, sino que quedarían contabilizados como gastos del estado. Los
intereses no conforman un dinero que haya que devolver porque fuese
prestado en un pasado, sino que son el coste adicional que tiene que
contraer el estado por haber pedido el préstamo. Y este aumento de
gastos obviamente repercutiría negativamente sobre el déficit público
del estado.
En resumen, el acto en sí del préstamo no afecta al déficit; solo
afecta a la deuda pública española, incrementándola. Pero el pago de los
intereses que tendrá que ejecutarse anualmente sí aumentará el déficit
público, y en una cantidad nada despreciable. Rajoy mintió en su
declaración, intentando quitarle hierro a un asunto muy preocupante. Es
intolerable que el presidente del gobierno mienta y oculte información a
los ciudadanos a los que representa, especialmente cuando se está
tratando un tema tan importante para sus vidas. Puesto que España se ha
comprometido a reducir su nivel de déficit al 3% en 2013, este aumento
extra del déficit no hará sino complicar aún más las cosas. Si el
gobierno quiere cumplir ese objetivo ahora tendrá que realizar más
recortes de los que tendría que realizar si el rescate por parte de la
UE no se hubiera llevado a cabo. Y todo esto sin tener en cuenta dos
factores importantes: el primero, que la deuda pública se incrementará
en un 10% y eso dificultará la situación financiera del país. El
segundo, que inevitablemente la UE impondrá condiciones macroeconómicas y
políticas al gobierno (tales como subida del IVA, aumento de la edad de
jubilación, recorte de funcionarios…) que perjudicarán la situación a
la mayoría de la población española.
El precio que tendremos que pagar por el rescate será muy elevado, y
la ciudadanía debería estar perfectamente informada de ello. Resulta
aberrante contemplar cómo el gobierno emplea buena parte de su tiempo y
esfuerzo en engañar al pueblo, en vez de destinar esas energías a otras
actividades más nobles y convenientes.
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